¿Qué son las semillas feminizadas?
Las plantas de cannabis pueden ser machos o hembras. El tipo de cromosomas que manifieste dicha planta, concretamente los conocidos X o Y, determinarán su sexo, cuando tenga dos cromosomas X (XX) se convertirá en hembra; una planta con ambos cromosomas X e Y se convertirá en macho (XY).
Las plantas masculinas, producen semillas que polinizarán a las plantas hembras, reduciendo enormemente su producción, por ese motivo los cultivadores de semillas regulares necesitan realizar un proceso para suprimirlas lo antes posible. Este tipo de semillas (feminizadas) se crean induciendo a una planta hembra a generar plantas macho, de esta manera, la planta acabará convirtiéndose en hermafrodita, lo que la obliga únicamente a producir plantas hembra.
El tipo feminizado suele desarrollarse para producir plantas fotoperiódicas. Esta marihuana fotoperiódica florece dependiendo de las horas de luz diarias, por una lado en la naturaleza, el cannabis empieza a florecer al final del verano cuando los días se acortan, por otro lado en interior la planta permanece en estado vegetativo hasta que el cultivador induce la floración reduciendo las horas de luz.
Las feminizadas de gran calidad suelen ser ricas en THC, compuesto psicotrópico protagonista de la marihuana, lo que la convierte en ideales para los consumidores, ya que aportan relax y una sensación alegre inducida por las cepas feminizadas.
Dada a la gran variedad de opciones se pueden optar por efectos diferentes para momentos del día distintos, además dado a que hay cepas con diferentes porciones de sativa e índica, lo que permite experimentar para encontrar un equilibrio concreto en términos de efecto.
Cultivo de semillas feminizadas
El tiempo en los cultivos varia dependiendo de la cepa, tanto en interior como en exterior se consiguen resultados en ciclos de tiempo diferentes. Las cepas índicas, crecen con rapidez (6/7 semanas), sin embargo, cepas como la Haze pueden tardar el doble de tiempo en florecer.
Las plantas de cannabis feminizadas necesitarán un suelo rico en nitrógeno, fósforo y potasio que son esenciales para su cultivo.
Por un lado, en general, el cultivo de marihuana feminizado es ideal en temperaturas medias (21ºC aproximadamente) para que las plantas se desarrollen de manera saludable. Las temperaturas extremas pueden originar inconvenientes en su salud y un grave frenazo en su crecimiento. Si no resides en una zona ideal para el cultivo deberás utilizar un sistema de climatización; por otro lado, el nivel de humedad óptimo será del 40% y el 50%.
Antes de poder ser comercializadas estas semillas es necesario someterlas a años de tests y a un sistema de reproducción en varias fases, para asegurar la estabilidad genética y su constancia.
Tipos de semillas feminizadas
Existen cientos de híbridos feminizados, pero casi todos proceden de las familias principales.
• Skunk: Posee una amplia variedad de cepas en el mercado, su efecto es agradable, ya que aporta un toque alegre y estimulante mezclado con una experiencia relajante.
• Kush: Variedad con un aroma intenso, con dominancia índica que ofrece un efecto relajante y apalancador.
• Haze: Sativa con efecto cerebral. Es perfecta para consumir durante el día.
• Afghan: Variedad con sabor picante, la mayoría de las cepas tienen dominancia índica que brinda un efecto relajante perfecto para disfrutar por la noche.
• Gelato: Aroma afrutado que recuerda a un suculento postre, que además trae con sigo un efecto mixto.
Tambien pertenecen a las familias principales las Cookies, la Blueberry, la Purple, la Banana y la Cheese.